Futuro incierto
Acosado por las palabras de los vecinos, Robert reflexionó sobre lo que le depararía el futuro. Sabía que localizar a Sarah y a los niños no sería sencillo. “¿Dónde habrán ido?”, se preguntaba, dividido entre la frustración y la esperanza de que estuvieran a salvo. Los planes cuidadosamente trazados con los servicios sociales estaban ahora en ruinas, y cuando volvió a entrar en su casa, le invadió la incertidumbre, y su camino se vio enturbiado por preguntas sin respuesta y dudas persistentes.

Futuro incierto
Visita del detective
Más tarde, aquel mismo día, llegó el detective Johnson para recabar más detalles. “Estamos haciendo todo lo que podemos, Sr. Robert”, le tranquilizó. “¿Tiene alguna idea de adónde pueden haber ido?” Robert negó con la cabeza. “Ni idea. Parecían desesperados, pero nunca esperé esto” El detective tomó notas cuidadosamente, preguntando por cualquier posible pista. Robert compartió la poca información que tenía, con la esperanza de que sirviera de algo. Así empezó el juego de la espera, que intensificó la creciente ansiedad de Robert.

Visita del detective