Un champú diferente
Una de las bebidas más consumidas por los habitantes del viejo oeste era sin duda el whisky. Les gustaba el sabor intenso de esta bebida y su potencia, que superaba a la de la cerveza.

Un champú diferente
Pero el consumo de whisky no se limitaba a los clientes de los bares, sino que también se producía cuando los hombres se bañaban. Mezclado con aceite de ricino y lavanda, el whisky se utilizaba como champú, un golpe demoledor para las manos.
Baños espumosos
Ya hemos dicho que los baños eran escasos en el viejo oeste. No sólo faltaba agua para todo el mundo, sino también agua potable. En cierto modo, era preferible evitar el agua y las bacterias que la acompañaban.

Toallitas húmedas
Además, los baños calientes sólo eran un lujo para algunos: para lavar el agua se necesitaba un equipo que todo el mundo no poseía. Los vaqueros pasaban meses sin agua caliente y también se quejaban del frío cuando se bañaban en invierno.