Un obstáculo bloqueado
La linterna descansaba firmemente en su soporte de pared, y su luz parpadeante proyectaba sombras espeluznantes por la habitación mientras Albert se acercaba a la puerta del medio. Su mano rozó el picaporte, con gran expectación, sólo para descubrir que estaba firmemente cerrada. En ese momento, se dio cuenta de que este viaje distaba mucho de estar completo. La frustración se hizo latente, pero la determinación ocupó rápidamente su lugar. Mientras reflexionaba sobre su próximo movimiento, ajeno a lo que le esperaba, el opresivo silencio del túnel se preparaba para romperse.

Un obstáculo bloqueado
Un grito inesperado
Un grito repentino perforó el silencio, y su eco reverberó por todo el túnel. “¿Quién está ahí fuera?” La voz, profunda y amenazadora, tenía un filo inconfundible. Unas pesadas pisadas se acercaron, cada una de ellas haciendo vibrar el suelo y adentrándose en su cámara oculta. La mente de Albert se aceleró y su pulso se aceleró. El cazador había seguido su rastro. El pánico centelleó en su pecho, pero se obligó a apartarlo. No podía permitirse vacilar ahora. Necesitaba un plan, y rápido, pues el sonido de la implacable persecución se acercaba cada vez más.

Un grito inesperado