Planes discutidos
“¿Seguro que no le pasa nada?”, me preguntó una voz áspera desde la cocina. Hablaba en tono de pánico. “No, nada”, se mofó mi padrastro. “Sólo la ropa que lleva puesta” Me incliné más hacia ella, experimentando una escalofriante y aleccionadora sensación de confirmación. Era la confirmación de todo lo que ya sospechaba, no el sufrimiento. Estaba preparado con mi armadura, pero sus palabras pendían en el aire como cuchillos afilados.

Planes discutidos
Escuchando en silencio
Ajenos a mi presencia silenciosa cerca de la escalera, siguieron riendo y compartiendo lo que creían que era un momento privado. Cada risita y burla divertida servía como gasolina para mi determinación. Sentí una extraña sensación de fuerza en lugar de dolor. Fue una confirmación dolorosa, pero no me sorprendió. No tenían ni idea de lo que les tenía preparado, pero sentían que tenían el control.

Escuchar en silencio