Sorpresa legal preparada
La ley estaba de mi parte en un giro de los acontecimientos para el que no estaban preparados. Legalmente, me convertí en propietaria de la casa en cuanto cumplí dieciocho años, pero ellos no lo sabrían hasta que recibieran la carta. Pensar en cómo se les cambiaría la cara al verla me hizo sonreír.
Se trataba de reivindicar lo que mi abuela significaba para mí, no simplemente de una casa. Y todo estaba listo para salir según lo previsto.

Sorpresa legal preparada
En casa de Jenna
La oferta de Jenna no pudo ser más oportuna. Me dio permiso para pasar algún tiempo en su sótano. La ayudé con algunas tareas del jardín e incluso di instrucciones a sus hermanos en sus clases por Internet, y fue un gran cambio de ritmo. Mientras ella me ayudaba a determinar mi próximo curso de acción, me sentí bien por poder servir a su familia y mantenerme ocupada ayudándola. Me sentí como en casa y nos apoyamos mutuamente.

El lugar de Jenna