Mensajes de mamá
No podía ignorar que mi teléfono se encendía a pesar de no estar allí. Mi corazón se aceleraba con cada mensaje. El breve mensaje de mamá decía: “¿Estás bien? Era considerado, pero no iba muy lejos. Al menos era algo. Presenté una fachada audaz, concentrándome en el futuro más que en el pasado. Hice capturas de pantalla por si las cosas se ponían difíciles más tarde, pero su silencio posterior no fue chocante.

Mensajes de mamá
Pillada fanfarroneando
Guardé los mensajes por si los necesitaba, pero intenté olvidarme de ello. Mi padrastro, mientras tanto, presumía de su “reino” en las redes sociales. Compartía fotos arrogantes, sin darse cuenta de nada fuera de su mundo de fantasía. Totalmente ajenos a la realidad, los vecinos seguían haciéndole cumplidos. Aunque era molesto, sabía que lo que estaba a punto de ocurrir sacudiría su mundo. Marie me llamó aquella noche, y sus comentarios: “No les gustará lo que les espera mañana”, se me quedaron grabados en la cabeza.

Atrapado en la fanfarronería