Firmar y prepararse
Para repasarlo todo, nos reunimos tres veces: una en su despacho y dos por Internet. Tras revisar mis documentos, Marie sonrió y dijo: “Ya está todo listo. Sólo tienes que firmar y marcharte” Respiré hondo y firmé donde ella me indicó. Sentí como si empezara de nuevo de un plumazo. Fue un tremendo alivio saber que la documentación era impecable. Estaba preparada para esta nueva etapa de mi vida.

Firmar y prepararse
Día del envío
Envié por correo el papeleo final una semana antes de cumplir 18 años. Utilicé fondos que había acumulado dando clases particulares a alumnos más jóvenes en la escuela y en fiestas de cumpleaños. Ahorrar dinero no era sencillo, pero me sentí bien al destinarlo a algo que valía la pena. Experimenté una mezcla de preocupación y emoción mientras esperaba al cartero. Había iniciado oficialmente el proceso. Ahora tenía que esperar pacientemente a que mi movimiento diera sus frutos.

Día del envío