Testamento secreto
El sobre contenía el testamento de mi abuela, que yo era la única que había leído. La única declaración que estaba marcada en rojo captó mi atención enseguida: “Sólo para mi nieta” Mientras trazaba las palabras con el dedo, una leve sonrisa apareció en mi rostro. Era mi arma secreta, el último elemento de mi estrategia que no habían previsto. Aquellas pocas y fuertes palabras, un voto del pasado, determinaban mi destino.

Voluntad secreta
Casa heredada
Mi abuela, la madre de mi padre biológico, era la propietaria de esta casa, por lo que no podían reclamarla. A pesar de que hacía años que se había ido, su regalo para mí era evidente. Creyeron que era suya, así que desfilaron por ahí. Sin embargo, estaban equivocados. Como era un legado, no podían simplemente desear que desapareciera. Era hora de que se dieran cuenta de que mi abuela se había asegurado de que su legado fuera exactamente donde ella deseaba.

Hogar heredado